domingo, 15 de julio de 2007

¿Quién sabe de ti, Perla Estrada?





Perla Estrada como sus personajes,
sabe que la imaginación, es la verdadera realidad,
andar con los pies en la cabeza es presionar a la otra parte del mundo,
donde viven los que no flotan, los que no piensan, los que no imaginan.

Vicente Gómez Montero

Por Marisa G. Ruiz Trejo*

La pintura de Perla Estrada recuerda los días que olvidamos. Con los ojos podemos oír a Perla hablar de mujeres que cazan sueños, ilusiones de mariposas. Su voz tiene un leve sabor a mar y cuando pronuncia una palabra, pinta alas que protegen al mundo, máscaras y arlequines, en donde uno se encuentra inmediatamente.

Perla conjuga sus trazos con la poesía de Sor Juana, de Becerra, de Pellicer. Nada le impide pintar una Menina, sueños que no se duermen, almas que están pérdidas, encontradas, que se buscan en laberintos de agua.

Raúl Correa, escritor y crítico de Arte de la UNAM nos describe globalmente el trabajo de la pintora tabasqueña: “Perla Estrada nos coloca ante una visión íntima, una perspectiva interior que mezcla lo doméstico (la casa, el jardín, la cocina) con lo onírico y lo sobrenatural. En éstos cuadros el surrealismo, el expresionismo y la poesía consiguen elevar la condición terrenal de las mujeres, pero sin colocarlas más allá de las estrellas. Es una perspectiva semi-mundana y semi-angélica que reivindica la capacidad del individuo (sea hombre o mujer) para trascender su estar en el mundo mediante el sueño y la creación”.

La artista plástica nos demuestra su pasión de ser mujer, de existir en el intento de reconstruir el tiempo, de andar entre susurros y ecos. En acuarela, óleo o montaje, Perla Estrada nos brinda su reflejo, espejo de la realidad que navega hacia un puerto del centro, lejos del Golfo que la vio crecer.

Sobre su vida

Perla Estrada nace en Cárdenas, Tabasco, lugar, que antes de Tomás Garrido Canaval, fuera San Antonio de los Naranjos. En esta ciudad del trópico, vive durante toda su infancia. Cárdenas, marcaría a esta mujer universal, que más tarde, se convertiría en un talento de la pintura mexicana.

En 1986, concluye Artes Plásticas en el Estudio José Gorostiza. Más adelante hace un taller multidisciplinario de artes plásticas con Luyando en México, D.F. En 1992, toma un curso de grabado con Pedro de la Rosa, un Curso de técnicas de impresión y dibujo contextualizadas en la experimentación contemporánea, con la maestra Lucía Blanco, en el Instituto Superior de Arte de Cuba.

En 1993, con Óscar Urrutia Hurtado, pintor y filósofo, cursa el diplomado Apreciación del Arte, en la Capilla Gótica del Instituto Cultural Helénico. En 1991, gana el Premio Sureste de Artes Plásticas.

Perla Estrada ha realizado exposiciones individuales en la Galería de Arte de Tabasco, y en la Casa de la Cultura Carlos Pellicer, en Cárdenas, por sólo citar algunas. Sus pinturas se han expuesto en otras galerías del extranjero, como la de Arte Carmelo González en la Casa de la Cultura de la Plaza de la Revolución, en La Habana, Cuba. Ha ilustrado decenas de obras literarias. Escritores y críticos de arte han escrito numerosos ensayos sobre su trabajo.



*Marisa G. Ruiz Trejo es una muchacha distinta a la crueldad maléfica de las verduras enlatadas.

viernes, 6 de julio de 2007

UNA APROXIMACIÓN A LA POESÍA HECHA POR JÓVENES EN CHIAPAS

“Cada poeta y cada época tienen su propio ritmo respiratorio,
porque el ritmo más que medida, es visión del mundo”
Octavio Paz

Por: Fernando Trejo*

En Chiapas, muchos dicen que puede uno encontrar poetas hasta debajo de las piedras, hasta han catalogado a nuestro estado como “tierra de poetas”, incluso algunos se atreven a decir -entre ellos Eraclio Zepeda- que Chiapas es el “País de los Poetas”; es más, hay muchos que llegan a afirmar que “en Chiapas si levantas una piedra, encuentras un poeta”, eso querrá decir que los poetas son insectos u hormiguitas. No dudo que Chiapas ha sido sede de grandes escritores, desde Rodulfo Figueroa, Jaime Sabines, Efraín Bartolomé, Juan Bañuelos, Rosario Castellanos, hasta los más jóvenes en la actualidad, como Ignacio Ruiz. Pero no todos los que se dicen ser poetas lo son. Ahí entramos en mera contradicción.
No soy quien para catalogar a grupos o decir nombres, pues desde mi punto de vista, criticar asemeja siempre a una mentada de madre, por eso contiendo a que en Chiapas sí hay poesía y bastante. Hay algunos que dicen que “no hay escuela” o que no hemos tenido de cerca a “grandes exponentes de la literatura” para absorber un poco de su vasta sabiduría, pero más bien, pienso que eso no implica a escribir bien o mal. Yo siento que la poesía ya se trae dentro de uno mismo, pues bien puedes hablar sobre poesía con una sola piedra hasta con un millón de hormigas.
La poesía escrita por jóvenes en Chiapas, es sin duda un referente obligatorio al abordar la literatura de este nuevo siglo. Poetas como Dolores Castro, Roberto López Moreno, Elva Macías, entre otros, han elogiado y comentado el trabajo poético realizado por los jóvenes escritores chiapanecos (Encuentro Nacional de Investigadores y Escritores Rosario Castellanos, 2004). La poesía joven de la entidad es una aproximación a la particularidad escritural que caracteriza a cada uno de los poetas y las regiones de nuestro estado, así como del quehacer literario.
Cabe destacar que en Chiapas siempre ha habido poetas jóvenes, un ejemplo conocido es el de Raúl Garduño -uno de los mejores poetas de México- quien escribió su obra entre los 25 y 33 años, edad a la que fallece. Así como Garduño, otras generaciones de poetas surgidas con anterioridad incluían poesía hecha por jóvenes. Cabe mencionar la obra de Jaime Sabines, quien a muy corta edad comenzó a publicar en gacetas y periódicos de circulación local en su natal Tuxtla Gutiérrez. A los 20 años de edad el joven Sabines publicó una de sus obras fundamentales: Horal, aparecida en 1950.
Si de jóvenes poetas hablamos, el caso más conocido en el mundo de la poesía es el del poeta-niño Jean Arthur Rimbaud, nacido en Charleville, ciudad burguesa de la norteña región Francesa de las Ardenas. Además de ser considerado Poeta Maldito, Rimbaud es el ícono del los poetas juveniles, pues éste, a los 16 años de edad, había escrito ya algunos de los mejores poemas de su época, y del mundo –tal como dijera Verlaine- que le hicieron consagrarse como uno de los mejores y más lúcidos poetas de todos los tiempos.
A manera de resumen, comento parte del trabajo realizado por varios poetas jóvenes de Chiapas, y cito ejemplos de aquellos que más han destacado en esta rama de la literatura. Considero que es necesario exponer una pequeña muestra de su trabajo poético para confrontarlos tanto con la realidad de la poética de Chiapas, como por sus particularidades. Hay que mencionar que no sólo cada poeta es un mundo y que la poesía –los poemas en sí- es el vivo ejemplo de ello.
Por otra parte, únicamente incluyo el trabajo de aquellos poetas nacidos en los 70 y 80 que más han destacado en el ámbito literario nacional y estatal, y aunque esta no es una muestra extensiva, sí pretende mostrar de manera objetiva e imparcial, lo más interesante de la poesía hecha por jóvenes en Chiapas.

POETAS NACIDOS EN LOS 70’S
De los poetas nacidos en los 70 el trabajo de Luis Arturo Guichard (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1973) y el de Ignacio Ruiz (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1976) son los más destacados. Ambos se han especializado en el trabajo literario y son candidatos al grado de doctor, el primero en Filología, y el segundo en Letras Hispánicas, y llevan a cabo una importante labor académica en el estudio de las poéticas tanto de autores chiapanecos, como de la literatura nacional. En la poesía de éstos, nos encontramos ante un mundo de sigilo y destierro. Guichard esculpe en sus textos la razón pura de la vida, mientras que Ruiz, eleva un canto malévolo con antifaz angelical retacado de imágenes y metáforas que dan timbre a una voz pura y sencilla.
En los textos de Luis Daniel Pulido (Chiapaneco de cepa, 1970), nos encontramos ante una exploración de sucesos diarios. La urbanidad, el rock y la poesía Beat refuerzan su idea y su intuición empírica e inconsciente de concebir la poesía como su vida propia.
En la poesía de Gerardo Moctezuma Gómez Anaya (Chiapaneco desde hace varios años, 1977) nos demuestra una voz clara y profunda dentro de todas sus ramificaciones poéticas. Así bien, podemos encontrar en su poesía un lenguaje bíblico y teológico, y a la vez una lengua erótica y amorosa que diera vida a un hombre enamorado de su oficio predilecto: la poesía.
La poesía de Víctor Avendaño Porras (San Cristóbal de las Casas, Chiapas, 1979) tiene un futuro promisorio, y ya el poeta tabasqueño Francisco Magaña ha escrito algunos comentarios muy interesantes sobre su obra, en la que se puede encontrar un lenguaje altamente poético y de largo aliento. La poesía de Avendaño Porras es de fuerte consistencia en imagen y metáfora.
En la poesía de Nadia Villafuerte (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1976), se encuentra un lenguaje poético coloquial, del poeta trashumante y lírico al que se expone en gran parte de su poesía.
En el trabajo de Saúl Gohé (Ribera Las Flechas, municipio de Chiapa de Corzo, Chiapas, 1979) destaca la poética metafórica e imaginativa, recargada en versos de largo aliento. Un poeta que le canta a la vida desde su entorno.
De Balam Rodrigo (1974), puedo comentar que hay en su poesía un corazón de Ceiba y un latir de pájaro, que remarca en sus letras la voz del andasolo. Su trabajo poético contiene la fuerza de la metáfora y la imagen en toda su extensión, así como el juego del lenguaje, la aliteración verbal y la creación de una poética individual. La creación de sus textos, nos muestra la experiencia de un poeta ya maduro.

POETAS NACIDOS EN LOS 80’S
De la generación de poetas nacidos en los 80, y de quienes forman parte de esta joven poética chiapaneca, destaca Raúl Burgos (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1981) con un trabajo experimental e innovador.
En Siddhartha Álvarez Jaramillo (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1982), se observa una narración cósmica y mística, dentro de los aspectos territoriales que él ha visitado. Crea palabras para enfatizar lo que él expone. Además la mayoría de su trabajo poético es de una poesía visual pues te afronta a una sucesión de palabras y onomatopeyas creadas por él mismo.
En Fabián Rivera (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1984), destaca la mano limpia y madura de una poética que va más allá de la ilusión. Rivera recrea la vida como un suceso utópico.
En la poesía de Mario Alberto Bautista Villarreal (Mazatán, Chiapas, 1984) cabe destacar un lenguaje marcado y con voz propia, y la búsqueda de la imagen concisa:
El joven Marco Antonio Morales Ovando (Tonalá, Chiapas, 1985), nos muestra en su poesía un juego de ideas y comparaciones sintácticas. Sus textos alusivos a la ciudad y a la sociedad urbana, representan el “yo lírico” exiliado en sí mismo.
El joven poeta Balam Rodrigo, ha dicho lo siguiente respecto al quehacer literario de la generación de poetas chiapanecos de los 80: “[...] seguramente destacarán en la próxima década, ya que cada uno de ellos ha elegido acertadamente este camino de la poesía y les va el alma y el corazón en ello, siempre con talento. Es de destacar la capacidad de experimentar con el lenguaje de Burgos, la sencillez y la pasión de Bautista, la creación y aliteración verbal de Rivera y las sorprendentes imágenes y contundencia de Morales Ovando”.
Los poetas jóvenes de Chiapas, actualmente destacan entre la mayoría de los poetas del país, sean también jóvenes o adultos, pues han ocupado los primeros lugares en importantes certámenes de poesía. Ejemplo de ello son los poetas: Balam Rodrigo con el Segundo Lugar en el Premio Universitario de Poesía “Décima Muerte” 2005 (convocado por la UNAM para los universitarios de todo el país), Premio Estatal de Poesía “Raúl Garduño” 2004, Premio Regional de Poesía Ydalio Huerta Escalante, 2005 (Tabasco, Campeche y Chiapas); Ignacio Ruiz con los premios: Premio Nacional de Poesía Alí Chumacero 2002, Juegos Florales Nacionales “Clemencia Isaura” 2002, Juegos Florales Nacionales de San Juan del Río, Querétaro 2003, Premio Nacional de Poesía José Gorostiza 2004, Mención Honorífica en el Premio Internacional de Poesía Joven “Ernesto Cardenal” 2005 y Premio Nacional de Poesía Rodulfo Figueroa 2005; Ulises Córdova con el Premio Regional de Poesía Rodulfo Figueroa 2003 y la beca del FONCA que otorga el CONACULTA 2005; Mario A. Bautista Villarreal con el Premio Universitario de Poesía “Joaquín Vásquez Aguilar” en el 2005; y Fabián Rivera con el segundo lugar en los Juegos Florales “San Marcos”, Eliseo Mellanes Castellanos, 2006.
La poesía joven o la joven poesía es un tema sumamente distinto. Se habla de la poesía joven como no existente, pues no hay poesía vieja. La poesía será siempre poesía, nunca envejecerá ni rejuvenecerá. Los poetas son los jóvenes. Los jóvenes poetas escriben poesía. Se puede hablar de los diferentes estilos del método escritural de la poesía, las formas y las técnicas. Aquí sí la poesía se hace con estilos, formas o técnicas clásicas. Actualmente los estilos de los poetas jóvenes del estado, tienen la manía de no sólo utilizar formas nuevas, sino también juegan con el papel de innovar en la palabra poética.

En la “Antología Arbitraria de Poetas Jóvenes de Chiapas” (Edysis, 2005), se puede ver la cantidad de poetas jóvenes del terruño Chiapaneco. Jóvenes indígenas de diferentes comunidades del Estado escriben de un modo distinto al de la poesía capitalina. Chiapas es el lugar de los poetas jóvenes. Ahora son ellos quienes llevan la batuta ante la adversidad de la poesía.
Para este nuevo siglo se augura la nueva generación de poetas en esta región de México. Para muestra se puede decir que los encuentros literarios entre jóvenes se organizan por jóvenes y son éstos los que marcan, sin duda, la promoción cultural del Estado y la nueva corriente literaria en el género de la poesía.
*Fernando Trejo actuliza este blog a cada rato. Manden sus propuestas.

jueves, 5 de julio de 2007

SILENCIOSOS ESPACIOS CIRCULARES*

Ilustración: Adrián Maza

Por: Alejandro Aldana Sellschopp**


El espacio es poesía, reinventa el silencio: lo distribuye. El espacio y el tiempo es la serpiente que come la cola de la conciencia humana, son el Uno, inseparable, omnipresente, escurridizo pasillo hacia la eternidad.
¿Cuántas calles caven en una piedra?, ¿cuántos ríos navegan tras las ventanas?, ¿cuánto Mozart en ese mar que jamás se reconcilia con el cielo?, ¿cuántos muertos en esta oscuridad de masacre y tedio?
Chirico, Picasso, el Bosco atraparon la melancolía del espacio, se robaron la tristeza de los pasillos y las plazas para dejarnos retozando frente al sol, solos, irremediablemente solos. El hombre llega para perderse en sus propios espacios interiores. Para eso, para escapar de los silenciosos espacios circulares, inventamos la arquitectura, tratamos, peleamos, nos empeñamos en domesticar al espacio, paisaje artificial de nuestra alma.
Así, en uno de los rincones de la ciudad, se erige sobre las raíces del tiempo el Teatro Emilio Rabasa. Toda poesía de alguna forma es evocativa. La arquitectura, que es otra manifestación de la poesía, busca y se convierte en un terreno baldío de la soledad, falta únicamente volver la mirada hacia el ritmo lento y pesado del concreto armado del Teatro, paquidermo siniestro como condena a muerte. Está ahí, atado a la historia, queriendo siempre romper las cadenas y perderse en el jardín botánico.
El teatro es triste como un niño abandonado a su suerte en medio de la muchedumbre, es un espejo avergonzado de sí mismo. Abraham Zabludowsky vino hasta Chiapas desde un tiempo de roca, remontó el tiempo de antiguas construcciones y escalinatas para el ritual, entre 1977 y 1982 detuvo su reloj de agua para quedarse aquí, como un errante mago de oriente comenzó su empresa en una calurosa noche de luna llena, el monstruo, el teatro elefante era construido de día; pero su alma reventaba cada noche de las olorosas hojas de los flamboyanes, del lento reptar del río sabinal, en los húmedos vientos del Cañón del Sumidero, en el sueño y el aguacero del cielo de Tuxtla precipitándose sobre su lomo.
Fue inaugurado el 20 de noviembre de 1982 para celebrar la revolución mexicana, un monstruo más torpe, jurásico, infectado de sí mismo, mastodonte amputado que se arrastra por la selva chiapaneca. El teatro surgió del destierro, su nombre: Emilio Rabasa, le es tan ajeno como su propia naturaleza de recinto cultural.
El teatro Emilio Rabasa es un espacio nocturno, quizá por ello, por un extraño sortilegio, la primea obra que se representó fue Los Cuervos Están de Luto de Hugo Arguelles, es un espacio de sombras, oscuridad incubándose hacia la nada, un silencioso espacio circular.
*Este texto fue hecho únicamente para el quinto número de Arteria, pero quedó estancado en imprenta. Aquí se los presentamos después de este año de ausencia.
**Aldana Sellschopp es promotor cultural. Radica en Yajalón, Chiapas. Tiene chivita y bigotes largos. Además ha ganado un chingo de premios y becas. Másters han elogiado su trabajo, y así como a cualquiera, también lo han criticado.

lunes, 2 de julio de 2007

“CECILIA ROMANA, POETA ARGENTINA, GANADADORA DEL PREMIO INTERNACIONAL JAIME SABINES EN 2006”



Por: Paulina Conde*

En días pasados en un evento cultural de la Embajada de México en Argentina, la poeta
Cecilia Romana. Foto: Pamela Figueoroa.
Cecilia Romana, ganadora del VIII Premio Hispanoamericano de Poesía Sor Juana Inés de la Cruz, y Premio Internacional Jaime Sabines en 2006, nos habló del valor que tiene para ella, este último premio, del encuentro con la poesía de Sabines, de la poesía mexicana y del amor que siente por Chiapas y México. Cecilia Romana nació en Buenos Aires, Argentina el primero de septiembre de 1975. Es Licenciada en Artes y Ciencias del Teatro. Algunos de sus libros son, “Flota”, “Hangares y otros trabajos mecánicos”, “Duelo” y “No lo conozcas”. Suele colaborar en las revistas Fénix (Córdoba), Hablar de Poesía (Buenos Aires), Voz Otra (México), Exit (Québec) y Clarín (Oviedo).

Paulina Conde: ¿Qué significa para ti el premio Internacional Jaime Sabines?
Cecilia Romana: En realidad yo venía de ganarme el Sor Juana, me lo había ganado también a principios del 2006 y cuando me gané el Sabines fue como una reafirmación de que mi trabajo poético lo venía haciendo bien, además una oportunidad para reencontrarme con amigos de México y ni hablar de la figura de Sabines que para mí es muy importante, influyó para que yo me sintiera muchísimo más segura en mi poesía, a partir de que me gané el Sabines.
P.C: ¿Con qué libro te ganaste el Sabines?
C.R: El Sabines me lo gané con el poemario “No lo Conozcas” y el Sor Juana con un libro que se llama, “Aviso de obra”.
P.C: ¿Cómo conociste la poesía de Sabines?
C.R: La poesía de Sabines la conocí gracias a Florencia Walfisch. Ella se había ganado el Premio en el 2004 y es mi amiga, a partir de eso me metí a ver lo que era Sabines, busqué cosas de él y me encantó. Igualmente el Premio Sabines, si bien tiene su nombre y es de Chiapas, esencialmente mi libro no tiene que ver con Sabines, no están interconectados, pero me gusta mucho Sabines.
P.C: ¿Es importante que se hagan eventos, donde la poesía mexicana se encuentra con la poesía argentina?
C.R: Para mí todo lo que sea tirar líneas entre los diferentes ámbitos, ya sea de países o de artes, siempre que se sume y que no se reste, todo es importante; y sobretodo que el poeta argentino conozca la poesía mexicana, que tiene una tradición bastante notoria; asimismo que el poeta mexicano o el público que está acostumbrado a leer poesía mexicana lee la poesía argentina, que ya desde el léxico suena muy diferente. A mÍ me llamó mucho la atención que en el Premio Sabines, por ejemplo, me lo dieran a mí que voseo todo el tiempo, me pareció un rasgo de generosidad y de imparcialidad muy importante.
P.C; ¿Qué es lo que más te gusto de Chiapas?
C.R: Lo que me encanta en lo general de Chiapas es la gente. Me hice de muchos amigos, tengo una barra de amigos, la paso muy bien, me hice totalmente chiapaneca, además mexicana. En octubre del año pasado también viaje a México al Festival del Poeta del Mundo Latino, y ahí me hice de muchos amigos también, me parece que a mí lo que más me tira son las relaciones humanas (risas).
P.C: Piensas visitar México de nuevo?
C.R: Sí, estoy enamorada de un mexicano para empezar (risas), estoy enamorada de un poeta mexicano, y sí quiero volver a México.
Buenos Aires, Argentina. 2007.
*Paulina Conde tiene dos primas muy bonitas al igual que ella. Estudió Comunicación y actualmente radica en Buenos Aires, Argentina haciendo una maestría en periodismo cultural. Es bien buena onda.

BALADA DE UN SUEÑO

Balada de un sueño hizo acreedor a Rodrigo Argüello a un premio en un festival de Cortometrajes del Tec de Monterrey. La melodía es la Banda Sonora del cortometraje "Balada de un Sueño" de Fernando Trejo. Los dejamos con esta bella canción para dejar, a su consideración, sus opiniones.
Por: Rodrigo Argüello

ARTERIA # 1



Este es el primer número de la Revista Arteria. Iniciaron en el proyecto Fernando Trejo, Siddhartha Álvarez, Marisa Ruiz, Georgina Erica, Matza Maranto, Fabián Rivera, Carlos López y Enrique García Cuéllar. El primer número constó de 200 ejemplares que se difundieron gratuitamente a quien quisiera obtener la revista.
Hoy, ni siquiera quedan los rescoldos de lo que algún día fue Arteria. Gracias a la Web, pudimos rescatar este maravilloso proyecto y tal vez en un futuro, volverle a dar vida en su forma original.

¡ ROBEMOS EL TEQUILA !

Por: Luis Daniel Pulido*

Para Gisele, Fernando, Luis Adrián.

Estábamos en Sanborn`s. Sí, esa cafetería donde el discurso es toda una " sociedad del espectáculo ". Hasta fumar es inconcebible sin sentirse importante. Donde todo opera en " first class ". Debe ser por eso, en detrimento de esa empresa, que a Luis Adrián se le ocurrió gritar - ¡ Chinga tu madre ! -, y al Fer fumar y rascarse los testículos ¡ al mismo tiempo !. Gisele entre lo que es y será. Se reía. El tiempo en ella es cosmopolita, no tiene " restos de humedad " pero sí de primera clase, una dama pues, entre tanto baquetón. De hecho ella nos invitó a su casa. Si la apuesta hubiese sido entre el Fer, Luis Adrián y yo, de seguro recurrimos a la fuente primaria de nuestras almas engoriladas : cervezas y hot dogs. Salimos de tan melodrámatica cafetería. ¡ Qué diálogos ! - Caballero, un placer servirle, disculpe, ¡ licenciado !, adelante, pase usted -. Bajamos al estacionamiento. Nos permitimos compartir autos. Qué creían. Estos tipos no tiene automóvil. Pues no. Qué fuera de esta crónica sin una carrera entre Luis Adrián y Gisele, ese pinche espíritu de la telenovela Rebelde, esa superficialidad que da el ser guapos y populares, ¿ o no ?. No sé si Gisele me escogió de copiloto, o yo me subí a su lado porque uno jamás renuncia a morirse a su lado, situación que ya no es posible porque ahora ya maneja bien ( con ello, por cierto, se acabaron las utopías ). En fín, un poco de telepatía no está de más - Gisele, Gisele, Gisele dame un beso -. Pero ella sólo tenía una fijación y no eran mis labios - ya me chingó este güey- repetía en cada cruce. De repente, al ver a Luis Adrián, a Gisele y al Fer bajar del auto, me imaginé en la obra de teatro Vaselina. Endubidubidú tararará, endubidubudú tararará. Legamos a la casa de Gisele, donde los poetas no coinciden con los demás poetas en cuestiones como tradición o academia, o algo parecido. Qué bueno que soy ajeno a tan imperfecto oficio, al menos, esa impresión me quedó para algo tan sencillo como decir -¡Guao, la tarde es maravillosa-!. El papá de Gisele se llama José Luis Abreu y sí, es a todo dar. Nos invitó cervezas, papitas, más cervezas y más papitas y nos mentaba la madre, y aunque suene contradictorio, Fernando, Luis Adrián y yo, nos sentíamos muy a gusto. Ese señor mienta la madre bien chsitoso. La mamá de Gisele me pidió mi opinión sobre algo importante, pero hasta el momento de escribir esta crónica, creo que sigue platicando, platicando, platicando....platicando. Fernando me dijo - Pulidín, cuando se duerma mi tía, nos llevamos la botella de tequila- - Ya vas - le contesté. - ¿ Qué dices Luis Adrián ? - Cabrón, los pinches pictes están buenísimos - mmmmmm - Luis Adrián, ¿ son tamales de elote o peyotes ? El tiempo pasa, da el resto, llena los vacíos y todos volvemos a decir - ¡ Salud ! - El señor José Luis Abreu me dijo - Vos Pulidín si tomás mi teléfono no vayás a hablar a Tailandia - La señora Marisa Trejo nos adelantó todos los capítulos de sus recuerdos literarios que le publicarán en El Heraldo, y no nos pudimos llevar la botella de tequila. A las dos de la mañana cada quien regresó a su casa. Luis Adrián lloraba por Ana, Fernando por Flor, y yo porque la telepatía no sirve para robar besos, ni botellas de tequila.

*Luis Daniel Pulido, escucha un chingo de rock. Hace años tenía dos novias en Guadalajara, Jalisco, hoy, no sabría decirles. Dice que él es hombre el araña.

domingo, 1 de julio de 2007

MURAL DEL SEKTA

Para el segundo número de Arteria "En la orilla del aire", homenaje póstumo a Jaime Sabines, se intentó un acercamiento a la juventud de Tuxtla Gutiérrez. Mientras los integrantes de Arteria presentaban la revista a un costado del Biocafé, el artista plástico, mejor conocido como el grafitero "Sekta", rayaba un mural sobre una madera. El evento logró su objetivo y hasta los medios de comunicación llegaron a entrevistar a Marisa Ruiz, coordinadora del proyecto.

DIARIO DE VIAJES

Por: Marisa Ruiz*

Se aseguraba que el huracán pasaría por esta tierra. El sol se ha puesto en el horizonte con suma puntualidad. En el mar, olas muy altas que han traído una espuma muy espesa, signo de que hay disturbios cerca.
Veracruz sabe a ritmo. En las calles vive el mar. Rostros de lucha, dilatados por los barcos; piel de siglos, enmohecida por los pasos de viajeros; ojos de atardeceres eternos."Vera Cruz", la del Viernes Santo, la verdadera cruz de Cortés. Victoriosa siempre a los ataques.
Cortés, al que tomamos por Quetzalcóatl y le ofrecimos nuestros mayores tesoros: nuestras tierras, nuestros cielos, nuestras estrellas. Crucificó a un pueblo; cruz de sangre, de dolor. Nos engendró. Heredamos su voz, la voz del sol que buscaba tierra firme. Jugamos a mirarnos los labios y a encontrar su palabra; jugamos en las noches a esperar al día, porque ¿qué más nos queda, si somos hijos de la espuma y de la arena? Nacimos de sus sueños de conquista. Reímos, para olvidarnos de nuestras desgracias, del destino que nos fue impuesto.
Una marimba replica voces africanas mientras un lechero en "La Parroquia" te acompaña a despedir la tarde. El puerto, se confundió de género. La puerta al Atlántico. El viento húmedo es son del tiempo.
La arena recuerda pasos de hombres nacidos en tierras distantes; hombres que naufragan suspiros desconocidos. Palpitan al ritmo de las olas que les dieron nombre. En las venas llevan sal. Sus ojos, brújulas del tiempo, navegan el horizonte.
La noche consume los barcos que se queman en las pupilas de los peatones, que como yo, recorren el malecón. La brisa nos moja los zapatos y entonces nos anclamos en algún rincón a pescar estrellas. Somos anzuelos. Atrapamos la nostalgia de los siglos.
Pensamos en los viajeros que vivieron estos cielos, en los que murieron en San Juan de Ulúa. Nos quedamos quietos porque el recuerdo sangra. Hacemos minutos de silencio y la vida se nos encoge. Imploramos que las olas no se rompan, que nos murmuren las historias de todos los que pisaron estas tierras. Miramos la torre alta que reverbera luz. En el horizonte aparecen bolas de fuego. Grandes naves misteriosas orientadas por el faro. ¡Tierra firme, tierra firme!, ya han encontrado.
* Mar se ha creado el sueño de tener alas de aventurero. No come carne, fuma con el mal tiempo y le gusta viajar y conocer los pueblos por sus cementerios.

(TRES)

Por: Fernando Trejo *


Recuerdo. El olor de sus bragas incitan nuevamente a este vaso roto. La pared se reprime y escurre la sangre y mancho mi hospital de cráneos. Compongo con mis más de mil costumbres de arreglar muñecas para niñas. Sus brazos, sus anteojos, sus pinturitas de rojo corazón. Recuerdo. El sabor de sus tetas caídas hasta el fondo no parecen llorar más de lo lamido. El solo sol de lado estoca todas sus partecillas. La bruta mujer alienta sus oraciones.

* A Fer le gusta comer nucú y escribir poemas a altas horas de la noche mientras chatea. Tiene una barba de naúfrago y ya no toma Coca-Cola. Extraña un pueblito que se perdió en su memoria.

MEDIA RISA

Por: Siddhartha Álvarez *

En silencio traduzco gritos a delgados trazos de tinta.
garabatos de noche,
distorsión de mentes ,
el ojo que observa,
la mitad de la risa,
y cuando la luna se ausent…
la esperanza duerme sin sueños.



Solamente.
El sordo silencio
me conduce a deslizarme suavísimo
sin remordimiento a la locura.
Y luego me muero y no se mas de aquel que llamo yo,
de este fa m élic-o tamborcillo
que ruge fuerte y sabe poco.
Hasta la mañana siguiente
cuando
imágenes o colores
se llenan de sol;
y sea tiempo de volver a decirme yo.

* Sid es actor, poeta y escritor. Le gustan las mañanas frescas. Su nombre es como él, un espíritu en busca de la iluminación.

Primer latido

Arteria